LOS MARINOS DE TELDE

Los marinos de Telde vienen siendo engañados desde que una ola en 1972, les arrebató su forma de vida de pescadores sobre las arenas de la Playa de Melenara, colindante con otra playa exclusivamente de la clase social alta de Telde.

Ambas playas separadas del centro de la ciudad, entre plataneras y fincas de frutas. El primer servicio de transporte público fue el de Don Manuel Oliva, de familia marinera y ubicado en la Playa de Melenara. Fue Manuel Oliva quien llevó la electricidad y el agua de abasto a las casas de Melenara. Las guaguas de Oliva permitían a los pescadores trasladar sus cestas de pescados hasta el centro de Telde. Donde vendia directamente a los vecinos teldenses.

El Cabildo construyó prometiendo a los marinos, las mejoras de un muellito de 15 metros al norte de la playa, y unos cuartos para almacén para los aparejos, que en realidad fue insuficiente para las actividades de los marinos. Entonces el propio Cabildo inició la construcción de un gran puerto pesquero al amparo de la ley de pesca y orientado a favorecer a los marinos de Telde. Fue un sueño. El puerto de Taliarte fue abandonado durante muchos años. Y para cuando llegó la especulación del suelo costero, a los marinos les quitaron al igual que a D. Manuel Oliva, las viviendas en primera línea de playa, y sus cuartos de aparejos de pesca. Los cuartos de aparejos, muy pequeños, los trasladaron a la zona sur del puerto de Taliarte, el resto seguía abandonado, sin infraestructuras de servicios mínimos de un puerto que se construyó para apoyo y cobertura al sector pesquero de los marinos Gran Canaria, especialmente, a los marinos de Melenara.
La Federación de Las Palmas quería trasladar la base de los barcos artesanales del banco canario-sahariano al puerto de Taliarte, solicitándole al cabildo crear las industrias de taller de carpintería de rivera, talleres de mecánica naval y de electricidad, frigoríficos y una Lonja al servicio de los pescadores para la venta directa en subasta.

Todo esto se lo cargó Paco Aureliano Santiago, primero como consejero del Cabildo y años más tarde lo remató como alcalde de Telde. Hoy Taliarte ya no es puerto pesquero. Se lo han apropiado, embarcaciones deportivas con su club náutico, la empresa privada de acuicultura y el centro tecnológico del mar. Se podría escribir muchas páginas de los privilegios y abusos de estas empresas, una pública y dos privadas. Deberíamos de conocer lo que han aportado estas empresas a los marinos de Telde en particular y a los ciudadanos de Telde en general.

Al puerto de Taliarte han entrado miles de millones de pesetas desde la puesta de la primera piedra. Habría que hacer una auditoría para sacarle las vergüenzas a más de un político teldense.
Otro benefactor de los marinos fue la familia Gómez, propietarios de la finca Salinetas, que ofrecieron al ayuntamiento una parcela de cerca de 16.000 M2, en el solar del antiguo campo de fútbol.

Ese año de 1972 el Patronato Francisco Franco tenía construidas 132 viviendas de las entonces llamadas "casas baratas" para los ciudadanos del municipio de Telde, pendientes de luz y agua, para obtener la cédula de habitabilidad. Entonces una ola de mar, se llevaron todas las pertenencias de los marinos y por orden del Estado, el gobernador civil de Canarias, ordenó al presidente del Cabildo y procurador en Cortes, Juan Pulido Castro para que a su vez ordenara al alcalde de Telde D. Alejandro Castro Jiménez para que anulara la lista de adjudicatarios y entregara dichas viviendas a los marinos de Telde.

Pasaron los años y en 1979, el primer alcalde teldense de la transición D. Francisco Aureliano, empezó con actuaciones urbanísticas en Melenara que perjudicaban a los marinos y a sus benefactores, a través del Plan General Urbanístico, fue directo a las expropiaciones de propiedad de D. Manuel Oliva y de propietarios de las casas de los marinos, en primera fila de playa. Por Ley de Costas, al caer la 1ª línea de casas, caería el edificio La Tortuga, objetivo de venganza personal del Alcalde contra la familia Oliva. Luego vendría arrebatar las líneas de guaguas melenaras.

El solar ubicado en el antiguo campo de fútbol, para las viviendas que los Gómez cedió en propiedad al ayuntamiento para viviendas a los marinos de Melenara, es hoy propiedad, creo que de Torres Florido, adquirida en permuta con otros terrenos comprados a los Gómez, en la calle Américo Vespucio.

Torres Florido y el ayuntamiento acordaron un acuerdo urbanístico por el cual los terrenos de Américo Vespucio eran para viviendas de protección oficial. El ayuntamiento autorizó a Torres Florido el cambio a viviendas de precio libre, anulando la de protección oficial. Muchas de esas viviendas se la adjudicaron políticos y funcionarios del ayuntamiento de Telde.

Al alcalde le vino como anillo al dedo la Ley de Costa de 1988, donde actuaría contra aquellos propietarios que tenía entreojos. No pudo con los de Salinetas, pero con los de Melenara, que eran sus enemigos, empezando por D. Manuel Oliva y D. Rafael el taxista, del movimiento vecinal. Ambos fallecidos. Decía, a la gente de Melenara ni agua mientras esté Rafael al frente y si además lleva la cooperativa de pescadores, al muelle de Taliarte ni un kilo de cemento.

Ahora que tiene a una Asociación de Vecinos y a una cooperativa de pescadores que hace lo que al alcalde se le antoja, sigue sin dar mejoras a los marinos de Melenara. Empezando con la venta del solar que cedió los Gómez a los marinos, y terminando en querer cobrar a cada marino 25.000 Euros si quieren una casa nueva, cuando es el Estado quien ofrece la construcción de viviendas en todos los municipios de Canarias, donde solo pagan tres partes: el Estado, los cabildos y ayuntamientos de Canarias.

Telde es la excepción a pesar de tener en reserva otra parcela que en la redacción del Plan General figura la venta a particulares para viviendas de lujo, y con el dinero de dicha venta, el ayuntamiento sufragaría los costes de construcción de una nueva vivienda a los marinos en la misma zona donde están ahora.

Eso fue antes de conocer la iniciativa del ministerio de la vivienda, que construirán las casas de los marinos en la misma zona. ¿Dónde irá el dinero obtenido por la venta de parcelas del campo de fútbol nuevo, cuyo destino era pagar la construcción de viviendas de los marinos? ¿Por qué el ayuntamiento pide a los marinos el pago de 25.000 euros? ¿Cuántos trabajos ofrecen a los teldenses, las empresas que tienen dominado el puerto de Taliarte?

No más engaños, es la hora de los marinos de Melenara. Exijamos transparencia con las inversiones públicas. Exijamos transparencia al Ayuntamiento y al Cabildo.
Los hombres y mujeres de Melenara y de Telde debemos impedir que políticos y empresarios indecentes y corruptos, se lucren de lo que corresponde al pueblo teldense.

Antonio Rodríguez de León

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