Una romería de lo más didáctica


ASI SE HACE LA CULTURA DE NUESTROS HIJOS
Las mujeres llevaban una cosita en la cabeza y como no había agua se iban a una fuente y encontraron la Virgen, pero los hombres no se lo creyeron y le dijeron que lo comprobaran", explicó ayer Juan Francisco Quintana, de siete años, tras escuchar las explicaciones de una de sus profesoras del colegio José Tejera de Jinámar.Más de 400 niños aprendieron este miércoles los orígenes de la iglesia de su barrio y la procedencia de la imagen de la Concepción. Ataviados con la vestimenta típica canaria recorrieron varias calles de Jinámar hasta el templo, en lo que pretendía ser una pequeña romería. La actividad, denominada Conoce tus raíces, se enmarca dentro de las fiestas de la caña dulce, una de las de mayor afluencia de Telde.Una vez en la iglesia, los pequeños escucharon que en uno de los viajes en busca de agua potable a una cueva situada enfrente de donde está ahora la potabilizadora, unas vecinas se encontraron con la imagen de una virgen "chiquitita", que fue llevada al templo. "Cuenta la leyenda que a la Virgen no le gustaba quedarse en la iglesia y se volvía una y otra vez a la cueva, hasta que después de mucho tiempo se quedó aquí" presidiendo Jinámar hasta que los condes de la Vega Grande compraron una talla mayor.Para facilitar que los niños entendieran el tiempo transcurrido desde que un conquistador habló por primera vez de la iglesia de Jinámar, en el siglo XV, hasta ahora, los profesores hicieron una ´cadena´ histórica con fotos que les permitía relacionar los conceptos tiempo y espacio. Tras la exposición, los pequeños disfrutaron en la plaza de un enyesque con bocadillos de chorizo de Teror, clíper y caña dulce, un manjar que algunos jamás habían probado. Damon García lo miró sin saber qué hacer hasta que se atrevió a confesar que no sabía lo que era. Afortunadamente, una compañera, Adriana Valido, le dijo "la muerdes y le sacas el zumo que tiene".El colegio José Tejera lleva varios años enseñando la historia del barrio a los niños, de entre tres y 12 años, ya que según cuentan muchos proceden de otros lugares y no tienen sensación de arraigo.

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