Romería dulce en Jinámar


VIVIENDO LA GRANCANAREIDAD
Como si de Roma se tratara, ayer todos los caminos conducían a Jinámar. Los romeros, ataviados con la vestimenta típica canaria y acompañados de agrupaciones folclóricas, salieron desde distintos puntos del municipio para recuperar la época en la que los fieles acudían a entregar sus ofrendas a la Virgen de la Inmaculada Concepción de toda la Isla.Desde la plaza de San Juan partieron a las seis de la tarde unas 150 personas bajo los ritmos de las guitarras y timples de una parranda formada por varias agrupaciones folclóricas de Telde. Entre la comitiva se encontraban el alcalde, Francisco Santiago, y los ediles de Tráfico, Festejos y Participación Ciudadana. Al llegar a la altura de Eucaliptos se unieron a ellos más de medio centenar de romeros procedentes de la parroquia de San Juan Bosco, acompañados por con Xinaguada, jóvenes de la parroquia y el colectivo de mujeres. Ya en la plaza del barrio, la cifra de romeros superaba el millar gracias a la llegada de los grupos que salieron de Marzagán, con la Parranda del Vino y Meclasa, de la calle Granada con el grupo del Valle de los Nueve, desde García de la Huerta, con La Asomada, y desde El Cascajo, acompañados por la agrupación Valdecasa. A ellos se sumaron las cientos de persona que acudieron a ver la ofrenda. Las agrupaciones y los fieles regalaron a la Virgen de la Inmaculada Concepción bailes y canciones delante de la iglesia en una emotiva ofrenda que atrajo al barrio a miles de personas. Durante el día de ayer, el barrio se convirtió en un reguero de visitantes que no quisieron perderse la feria de artesanía. Artículos realizados con cuero, cristal, cerámica y hasta semillas, competían con las jareas y la caña dulce. Y al mediodía, el tradicional potaje de berros. En esta ocasión, los organizadores prepararon cien kilos de este delicioso manjar. También se repartieron cuatro kilos de gofio y varios litros de leche fresca.

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